centro-de.actividades-de-montaña-jardin-mandala-logo2
Tu alojamiento en la Montaña Palentina
romanico-palentino-monasterio-santa-maria-de-mave

Ir al Monasterio de Santa María. S. XII Y XIII.


Monasterio de Santa María. S. XII Y XIII.

Santa María de Mave.

Pocos kilómetros al sur de Aguilar de Campoo por la carretera que conduce hacia Herrera de Pisuerga, un corto desvío hacia el este nos lleva a Santa María de Mave. Es un monasterio benedictino de antigua trayectoria que fue restaurado hacia 1192 por Dª Sancha Jiménez reinando Alfonso VIII. De esas fechas, finales del XII y principios del XIII data el templo que contemplamos. En la actualidad dedica sus dependencias monásticas. Las llaves para visitar el templo las proporcionan con amabilidad en la cafetería de la hospedería.

El templo es de triple nave rematada a levante por ábsides de tambor. Hay transepto que no destaca en planta. Sobre el crucero se eleva una torre-linterna que da cobijo a su bóveda de media esfera. La hiedra trepando por los muros cercanos y la vegetación de su alrededor contrastan fuertemente con los campos de cereal ya segados en el cálido mes del agosto castellano de 2004.

La cabecera del templo la componen los tres cilindros absidales que cierran sus respectivas naves hacia levante. De mayor diámetro y altura el central, lucen los tres ventanal rehundido centrándolos. Contrafuertes prismáticos refuerzan su estructura, dos en el central y uno en cada uno de los laterales. Alcanzan hasta el borde superior de los ventanales y en el caso del central se continúan por medio de otro tramo de menor sección hasta el propio alero. Canecillos esculpidos contribuyen a sustentarlo. Y junto al tono rojizo de sus sillares bien escuadrados y alineados, contrasta el verde de la hiedra que le aporta un toque exótico para la idea que de Castilla tenemos los de otras regiones.

La portada del templo abre en el muro de poniente. A ella se accede a través de un portón de acceso al reducido espacio en que se halla.

Situada en un cuerpo ligeramente adelantado al muro, abocinada, se compone de cuatro arquivoltas apuntadas, con grandes dientes de sierra la interior y la central y de baquetones las alternas además de guardapolvo exterior. Apean en cuatro parejas de columnas con interposición de una serie de capiteles andresinos con sus ábacos que por su uniformidad y compactación más parecen una moldura corrida.

Deja una respuesta

Volver arriba